El vintage de Flagrant Foul: Len Bias lo que pudo ser…y no fue.
Nuestro vintage de esta semana se nos va a ir a USA, y lo va a hacer parando el Landover, Maryland donde un 18 de noviembre de 1963 nacía uno de los que estaba llamado a dominar nuestro deporte y que se cómo una delicada pieza de cristal de Murano se rompió en junio del 86, esa delicada pieza de cristal de Murano era Len Bias, un jugador que pudo ser….y no fue.
La culpa de esa rotura, la cocaína, o como se la llama científicamente benzoilmetilecgonina, un alcaloide tropano cristalino que es un fuerte estimulante usado como droga recreativa.
Leonard Kevin Bias, Len Bias decidió celebrar ser elegido el número 2 del draft del 86 con una fiesta, una fiesta que le provocó una sobredosis de cocaína y que le llevo a provocarse una arritmia, una arritmia que lo mataba tan solo 36 horas después de haber sido elegido en el número 2 del draft de 1986.
Len Bias nació en Landover y era uno de los cuatro hijos de James and Lonise Bias, tenía una hermana, Michell y dos hermanos, Eric y James III
Sus amigos y familia le conocían como “Frosty” un mote, un nickname que le puso su amigo y pastor Gregory Edmond, Reverendo Gregory Edmond que decía que era “Tall and cool and quiet and unassuming” es decir que era alto y fresco y sin pretensiones.
Como hemos comentado al principio nació un 18 de noviembre del 63, y era un jugador de aproximadamente 206 y que pesaba unos 95 kg.
Empezó a jugar en High School, en Northwerstern en Hyattsville, Maryland, de ahí salto a la NCAA, enrolándose en la universidad de Maryland donde todos le conocían por Len o Lenny.
Su primer año fue malo, se le consideraba un jugador algo tosco, con escasa disciplina, pero “Frosty”, Len Bias entreno como un animal, y ese entreno dio sus frutos porque al poco tiempo se convirtió en la estrella de la universidad y llego a ser designado como all-american.
Pensemos que en su primer año sus medias eran de tan solo 7.1 puntos, 4.2 rebotes, 0.7 asistencias, 0.3 robos y 0.5 tapones para en tan solo un año dar un salto espectacular e irse hasta los 15.3 puntos, 4.5 rebotes, 1.5 asistencias, 0.4 robos y 0.8 tapones.
La evolución de su juego era increíble y sus números no hacían más que aumentar, así en su tercer año se disparó hasta los 18.9 puntos, 6.8 rebotes, 1.8 asistencias, 0.9 robos y 0.9 tapones.
En su año senior su juego siguió creciendo y sus medias se dispararon hasta los 23.2 puntos, 7 rebotes, 1 asistencias, 0.8 robos y 0.4 tapones.
Unos números que encandilaron a los Boston Celtics que lo escogieron en el número 2 del draft del 86, un draft que tuvo a Brad Daugherty como número 1.
El draft se celebró en una pista mítica, el Madison Square Garden de Nueva York y su elección fue algo prioritario para Red Auerbach que lo quería para unos Boston que eran los vigentes campeones de la competición.
Auerbach llevaba 3 largos años siguiendo a Bias y por fin había conseguido al jugador que quería para los “arrogantes verdes”.
Tras estar en el draft Len Bias y familia volvieron a Maryland, allí la gente le veneraba e idolatraba.
La madrugada del 19 de junio, dos días después del draft Len Bias, Frosty deambulaba por el campus y decidió buscar nuevas sensaciones, se subió a su coche y condujo hasta una fiesta alternativa, una fiesta que se le quedo pequeña por lo que decidió buscar algo más.
Sobre las 3 de la mañana en la residencia universitaria, en el Washington Hall que era donde vivía decidió meterse unos tiros, meterse unas rayas.
La inconsciencia, el creerse el rey del mundo provocaron que se pasara de frenada, el exceso de fiesta, el exceso de cocaína hizo que su corazón se disparase, se fue a su habitación, pero su corazón se disparó como un caballo al galope.
La arritmia cardiaca fue severa, tanto que le provoco convulsiones y finalmente ese corazón dejo de latir, dejo de moverse y se paró.
Los servicios médicos le atendieron sobre las 6:36 de la mañana, estaba inconsciente y no respiraba, trataron de reanimarlo, pero todo lo que probaron fue inútil.
A las 8:55 del 19 de junio de 1986 los médicos certificaban su muerte, 4 días después 11 mil personas habían pasado por el Cole field House, el pabellón de los Terrapins, ese pabellón donde Len Bias convertía el baloncesto en arte.
Allí sus 206 destrozaban los aros con unos mates tremendos, allí en el Cole field House sus tiros de media distancia rompían las redes y hacían rugir a los fans, allí su número 34 se convertía en eterno y siempre nos quedara la gran duda d que podría haber hecho en la NBA.
La cocaína evito que pudiéramos disfrutarlo en la mejor liga del mundo, una liga en la que seguro hubiera sido un jugador dominador.
El juicio por la muerte Len Bias llevo al banquillo a sus compañeros de equipo, Terry Long y David Greg acusados de posesión de cocaína y de obstrucción a la justicia, y Brian tribble, amigo de Bias compareció por posesión y tráfico.
El escándalo posterior llego a salpicar incluso al staff técnico de los terrapins ya que Lefty Drisell, entrenador del equipo dio orden de hacer desaparecer cualquier rastro de droga en el cuarto de Len Bias.
Este escándalo acabo con Driesell y Dick Dull, director del departamento de deportes siendo “invitados” a dimitir y la investigación descubrió que muchos atletas, incluido Bias habían dado el salto a profesionales sin haber cursado y aprobado el numero mínimo de asignaturas para graduarse.
La desgracia de la familia Bias no acabo ahí ya que, en 1990 Jay, uno de los hermanos de Len Bias moria tiroteado en un parcking de Hyattsville.
Len Bias podríamos decir que es uno más de los juguetes rotos que deja el deporte de alta competición, con el agravante que él se quedó a las puertas del profesionalismo.
Por desgracia no es el único que o bien ha destrozado su carrera o bien no ha sabido llevar la fama y el dinero, casos como Vin Baker, Lamar Odom o Roy Tarpley por citar algunos nos muestran que no todo son maravillas en el mundo del baloncesto profesional.
Os recomiendo si podéis, que veáis el documental sobre la vida de Chris Herren, un documental que se llama Chris Herren un yonki en el basket y que nos muestra como digerir la fama puede ser algo muy y muy complejo.
Len Bias por desgracia no solo no supo digerir esa fama, sino que esa fama se lo acabo comiendo y por desgracia, destruyendo.
En fin, hasta aquí el vintage de hoy, un vintage quizás poco alegre, todo lo contrario que el juego de Len Bias pero que considero necesario, porque no todo es color de rosa y hay que contar lo bueno…y lo malo de las cosas, y el basket y sobre todo lo que lo rodea a nivel profesional es a veces, malo, bastante, bastante malo
Artículo escrito por : Jordi Perramón en twittter( @guguseti)
Culpable de cosas como www.pivotworld9.com
del blog www.cosasdejordi.com
Corresponsal de www.fiebrebaloncesto.com para el FC.Barcelona
Creador y presentador del podcast Flagrant Foul y de Vasketball con V
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