Se ha ido uno de los nuestros, Luis Eguiluz, el «aita»
Hay artículos, post, que simplemente, no me gusta escribir, y este, es sin duda alguna, uno de esos, porque este, a diferencia de otros parecidos, me duele, me duele en el alma.
Cuando un jugador, entrenador, directivo o arbitro nos deja, siempre digo que nos deja uno de los nuestros, porque es cierto, uno de la gran familia de la pelotita naranja se nos va.
Pero lo cierto es que a ese grupo habría que añadir un participante más, alguien mucho más anónimo, alguien que no saldrá en ningún highlight, al que no discutiremos ningún error con el silbato, al que no discutiremos el porqué del cese o no de tal entrenador.
Ese alguien por eso, es tan importante como el mejor jugador, el mejor arbitro o el mejor directivo, porque ese alguien es quien se apasiona con cada acierto de un jugador o directivo, que se enerva con cada decisión polémica de un árbitro, ese alguien está en la grada.
Una grada, en este caso del Baskonia, que cuando vuelva a estar llena de aficionados baskonistas, estará un poquito mas vacía, y lo estará porque Luis Eguiluz, que hoy día 26 de mayo de 2021 había cumplido 73 años nos ha dejado.
El lunes, recibía de buena mañana un codazo en la nariz en forma de whatsapp, Zurine nos comunicaba que su “aita” había fallecido esa noche por culpa del COVID-19.
Luis era un baskonista de pies a cabeza, un enamorado de su equipo y del baloncesto, un fijo discontinuo a toda copa del rey o final four que hubiera, dando igual si su equipo se clasificaba o no, porque Luis y Zurine siempre estaban ahí, disfrutando del deporte que nos apasiona.
Cuando nos deja alguien del mundo del baloncesto siempre digo que se va uno de los nuestros, y por desgracia, este pasado lunes, nos dejo uno de los nuestros, alguien que con su pasión, hacia que el baloncesto fuera algo más grande.
Me quedo con el recuerdo de nuestros momentos en la copa del rey, de ese ir a tomar unos zuritos por Vitoria/Gasteiz, me quedo con ese regalo en forma de pañuelo que nos regalo por las fiestas de la Virgen Blanca.
El Buesa estará el próximo curso, un poco mas vacío, porque faltará Luis, y todos los que lo conocíamos y compartíamos pasión con él, lo encontraremos mucho a faltar.
Luis, allí donde estés, haznos un favor, guardamos un buen sitio para poder disfrutar del baloncesto que se juega allá arriba, y ves buscando donde podemos ir a tomar unos vinos.
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