Los Telegramas del Sábado. Jornadas 40, 41 y 42 de playoffs, 2016-17.
Tras los resultados de las semana pasada, que hicieron pensar que las eliminatorias iban a proporcionar las sorpresas que no se pudieron consumar en la Copa del Rey, la hegemonía de los equipos que han destacado a lo largo de la temporada se impone y todo parece indicar que la superioridad del Madrid le llevará a esperar, sentado tranquilamente en su trono, al aspirante de este año.
No hay nada nuevo bajo el sol y, a pesar de que el segundo resultado de cuartos con todas las eliminatorias empatadas a 1 indicaba que el colofón de una liga tan asombrosa en la parte alta, siempre con cambios de liderazgo no habituales y con una pugna por el mismo extenuante toda la temporada con Tenerife como actor principal, iba a se novedoso, todo se ha convertido en la flagrante muestra que nos enseña que nada es distinto y que llevamos camino, si Sito Alonso no lo impide, de repetir la final de la temporada pasada en la que Pedro Martínez tiró los muebles antes de desembalarlos.
El desarrollo estructural de la ACB, con los cuartos a tres partidos, no suele dar para mucho más y se comporta de forma similar a un cambio de ADSL: solo tienes cuatro operadores en mercado y todo lo tienen dispuesto de tal forma que es difícil que abandones el cuarteto Movistar+, Jazztel, Orange o Vodafone. De tal forma, que el pescado se reparte siempre entre ellos y las condiciones varían poco o muy poquito porque no hay competencia ni, y esto es lo importante, acceso a otras formas de competencia. Es decir, hay que estar muy preparado, ser muy solvente y tener mucho patrimonio para que Madrid, Baskonia, Valencia y Unicaja dejen de imponer su estatus y no quedar fuera como Tenerife, Andorra, Gran Canaria y Barcelona, aunque este es una excepción, esta temporada.
Vistos los resultados de esta semana es lógico pensar que Unicaja tal vez pueda dar una sorpresa en el Carpena para goce de la afición cajista, pero poco más, y ya es mucho para un equipo que ha ganado la Eurocup este año. En Valencia, visto lo visto, si los toronjas no consiguen ganar un partido en su casa, la continuidad de Pedro Martínez quedará cuestionada. No por los resultados, que a fin de cuentas serán bastante aceptables, cuando se vean con el tiempo, sino por el juego toronja, que debería ser mucho más brillante, moderno y menos defensivo.
Baskonia y Valencia brindaron un gran primer partido para ver como el segundo se deshilvanaba como lo hacen las pruebas de los trajes que hace un sastre antes de hacer la ropa definitiva. No tiene sentido el bajón del segundo partido, salvo que las lesiones te lleven a decir a tus jugadores que no hay plan b, ni ganas de tenerlo. Las lesiones han mermado mucho a los de Pedro, pero no es excusa porque la labor de Sito Alonso en el planteamiento del segundo partido fue de maestro, dando cuenta de los errores que permitieron a Valencia ganar el primero y no dejando que volviera a ocurrir en el segundo. Veremos, pues, que sucederá este sábado a las 19.00.
Madrid y Unicaja enseñaron en el primer partido que pedir bailar a la más guapa del baile y que te salga casi bien no es sinónimo de tener la fortaleza necesaria para conseguir que vaya a cenar contigo. Normalmente el cortejo en todos los animales se basa en la disposición de la dama para poner a prueba al aspirante y ver si cuenta con la personalidad necesaria para permitir la procreación. Aquello de aquí te pillo, aquí te… beso, tiene muy poco que decir a cinco partido. Unicaja casi lo consigue en el primero, al desplegar una cola con forma de abanico como la de los pavos reales cuando están en celo y hacer pensar al aficionado que las aspiraciones de fecundación eran legitimas, sin embargo, el gatillazo del segundo partido indica que la viagra con forma y color de Christian Eyenga para reforzar el juego en playoffs esta comprada en internet y es falsa.
En el apartado televisivo-multimedia: la noticia de que Bertomeu tiene en mente que la Final Four de 2019 se juegue en Moscú porque el impacto asociado a la de este año en Estambul se ha situado en torno a los 50 millones de euros, hace pensar que la NBA y la Euroliga están más cerca de lo que parece. Si el impacto de un All Star como el de Toronto en 2016 se situó en los 100 millones de dólares, la F4 se consolida como un evento favorable y, en términos económicos, positivo. La NBA y la Euroliga no están tan lejos, y si las estrellas europeas estuvieran en el continente, la diferencia sería muchísimo menor. Pero el inmenso contrato televisivo de Silver de 24.000 millones de dólares no solo ha permitido que la patronal pague más a los jugadores, sino que ha permitido que las estrellas europeas miren constantemente a los EE.UU. y que los buenos jugadores, que no tenían encaje, ya no vengan a Europa y se queden en la D-League. Esta primera temporada, con los nuevos sueldos, solo ha hecho tambalearse al edificio de Bertomeu, habrá que observar si hay daños estructurales de cara a la segunda, y el dinero de la siempre amada vaca rusa proveniente del CSKA a través de IMG, unido al dinero entregado por Turquía, que más parece un rescate bancario en diferido, como forma de lavar el golpe de estado encubierto de Erdogan ante Europa, ha servido de cortavientos solido frente a los embates de la NBA y la FIBA.
Un partido el sábado y el otro el domingo.
Valencia Basket Club – Baskonia: sábado a las 19.00. ¿Rearmaran sus brazos, sus piernas y, sobre todo sus intenciones, los de toronjas tras el fiasco del segundo partido? ¿Guardará un as en la manga Sito Alonso para sorprender de nuevo y, sobre todo, convencer definitivamente a los que le cuestionan? Indispensable.
Unicaja – Real Madrid: domingo a las 18.30. ¿Será el Carpena un fortín como los fue en la final de Eurocup y permitirá esto cambiar el curso de los acontecimientos como sucedió entonces? ¿El camino del Madrid por estos playoffs será destino o fatalidad como decía Cortázar? Indispensable.
Orofino33
En twitter @orofinosincausa
Descubre más desde Pivot World 9
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.