La Pivoteca: EL DIA QUE “MAGIC” SE DISFRAZÓ DE JABBAR
EL DIA QUE “MAGIC” SE DISFRAZÓ DE JABBAR
Bien, hoy me estreno en la nueva sección, “la pivoteca”, y no con un pívot al uso, si no con un personaje especial, uno de los mejores jugadores de la historia de este deporte, en mi humilde opinión está casi al mismo nivel de Michael, y ese no es otro que el mítico Earvin Johnson, conocido mundialmente como “Magic”. Y bien, algunos os
preguntareis como en una página exclusivamente dedicada a los pívots se puede “colar” un base, y es que como
demostró en las series finales de la NBA en la temporada 1979-1980 era capaz perfectamente de desenvolverse en la posición de center.
Para los pocos que todavía no conozcan a Magic (alguno habrá), era un base algo especial ya que su altura 2,06, se asemejaban más a un alero que a un base, pero su extraordinario manejo de balón (sin duda el jugador con más talento de la historia con el balón en la manos) su visión de juego privilegiada, que le permitía ver pases y espacios libres donde los demás solamente veían manos rivales, eso unido a su velocidad y agilidad (para su altura y sus 116 kg era un jugador bastante ágil) lo hacían ser casi el jugador total, capaz de jugar perfectamente en cada una de las cinco posiciones en función de lo que su equipo requiriese en el momento, quizás el único lunar era su tiro de larga distancia, aunque es verdad que con el paso de los años fue mejorando su eficacia, nunca llegó a ser un excelso tirador, de haberlo sido sin duda sería sin discusión alguna el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos.
Así llegamos al día que mencionamos anteriormente, nuestro protagonista era rookie, elegido en el quinteto de los novatos del año de la liga, pero la gran estrella sobre la que giraba el juego del equipo angelino era el mitiquísimo pívot
Kareem Abdul-Jabbar. Ese año los “Sixers” del “Dr. J.” (Julius Earving), dicho sea de paso, otro de los más grandes de la historia de la NBA, tenían contra las cuerdas a los californianos, pero un partidazo de Jabbar que con su famoso “Sky-hook” decantaba la contienda a favor de los angelinos. La trascendencia del partido era tal, que Jabbar se ve obligado a jugar con un esguince parte del partido, ya que su presencia era clave para la victoria, como demostraron sus 40 puntos, vitales en la victoria que se presumía decisiva para el resto de la final. Pero ese esfuerzo le pasó factura, y dicha lesión le apartaría de lo que quedaba de final, ahí es cuando entra en escena nuestro personaje de hoy, en el avión de vuelta a casa el estado anímico del equipo era bajo, ya que sin su estrella, las cosas se les ponían muy desfavorables, y en el otro bando, su principal jugador el “Dr.J.” estaba dejando clases magistrales de baloncesto y este, al igual que Jabbar con su “Sky-Hook” también dejaría su jugada personal para la historia, la “Baseline Move”, una entrada a canasta por detrás del tablero, llevando el balón a una mano, esta, totalmente extendida, y para rematar un giro de 360 grados para dejar la bola en la cesta, sin duda una obra de arte. Volviendo al avión de los Lakers, estos estaban alicaídos, la gran mayoría muy pesimistas respecto al futuro del resto de la serie, todos excepto uno, dando muestras de su personalidad y capacidad de liderazgo, el rookie “Magic” Johnson, le pide a su entrenador que lo haga jugar de pívot, que él, era el sustituto perfecto para suplir a su compañero lesionado en esa posición. Llegó el día del partido, “Magic”, efectivamente era el pívot, su entrenador le hizo caso y desde el salto inicial (lo realiza el mismo Earvin Johnson) demuestra una versatilidad que resultaría abrumadora para el rival, (en el mismo partido llegó a jugar en las cinco posiciones), que no sabía, ni podía, ni encontraba manera de parar al rookie de la temporada. “Magic” culmina un partido para la historia, ponía el 3-2 en la serie en el partido que se presumía más difícil de la misma, ya que era toda una incógnita como respondería el equipo a la sensible baja de su estrella, si sería un golpe moral negativo para los Lakers y positivo para los 76ers, nada más lejos de la realidad, los angelinos de la mano de “Magic” se crecieron, y jugaron unos de los mejores baloncestos de la temporada, los 76ers no supieron como parar a Johnson en todo el partido, la baja de Jabbar , dio más protagonismo al genio de Míchigan que termina el partido con 42 puntos, 15 rebotes capturados y 7 asistencias, se llevaron el partido y a la postre la final, y como no podía ser de otra forma se lleva el MVP de las finales, convirtiéndose así en el único rookie en la historia en ganar el MVP de las finales. Ese día pasaría a la historia del baloncesto con letras de oro, el día en el que “Magic” se vistió de Jabbar para dar a su equipo el anillo de campeón y empezar así una nueva época en la NBA y en Los Ángeles, la época de “Magic” y el famoso “Showtime” de los Lakers.
Los Lakers, de la mano de Kareem, Magic y James Worthy seguían dando lecciones de baloncesto en la década de los ochenta con su baloncesto divertido, dinámico etc… y todos los apelativos que le queramos poner a su estilo de juego, bien resumido con el término “Showtime” (ganarían cinco anillos en dicha década), sólo los Celtics de Larry Bird, Robert Parish y Kevin McHale le plantarían cara a sus eternos rivales con tres títulos. Es así como llegamos a
otro de los momentos reseñables de “Magic” Johnson haciendo “funciones” de jugador interior, pare ser exactos el día que decidió imitar el famoso “Sky-Hook” de su amigo Abdul-Jabbar, era allá por las finales de 1987 los Lakers de “Magic” y los Celtics de Bird, se volvían a ver las caras en la eliminatoria final por el título por tercera vez, en el partido clave de la serie en el Boston Garden, a escasos cinco segundos del final, Larry anota uno de sus famosos triples para poner el 106-105 en el marcador. Entonces es cuando aparece la figura del base del equipo angelino, toma la bola en la parte superior de la bombilla, su defensor era Kevin McHale al que tras previo amago de salir a su izquierda, quiebra a la derecha, el pívot Robert Parish saldría en ayuda de su compañero, pero para entonces ya era tarde, tanto McHale como Parish son testigos de primera línea de como “Magic” se lanza un “junior Sky-Hook” (como el mismo “Magic” Johnson lo bautizó) con la diestra que entra limpia y da la victoria decisiva de la serie que terminarían llevándose los Lakers y de la que Earvin Johnson sería elegido MVP por tercera vez. Al final del partido el mismo Larry Bird hacía referencia a la última jugada del partido y comentaba lo siguiente: “Siempre esperas perder con los Lakers por un “Sky-Hook” pero nunca lo esperas de Magic”. El partido de Johnson fue espectacular, además de la canasta decisiva y su habituales asistencias, “Magic” había estado cosiendo a puntos a los Celtics, en gran parte gracias a la mejoría en el tiro de media y larga distancia que con los años había ido mejorando y que ya en las finales de 1985 había empezado a surtir su efecto ayudando a su equipo a reponerse de la histórica paliza que le propinaría su eterno rival en el Boston Garden por 148-114. Esa serie final sería recordada por el “resurgir” de Kareem que tras firmar un pésimo primer partido, acabaría dando un recital a sus 38 años para darle la vuelta a la final y alzarse así con el MVP de las finales, en esa final Magic tiene un papel algo más secundario pero su mejoría desde el triple ayudaría a los californianos a llevarse el título a Los Ángeles.
Como bien queda reflejado en este pequeño homenaje a “Magic” no era sólo un base, era un jugador total, capaz de
jugar donde se lo propusiese, y que a lo largo de su carrera deja una larga lista de condecoraciones y reconocimientos, entre otras cosas en su vitrinas tiene nada más y nada menos que: 5 anillos de campeón de la NBA, 3 MVP de la temporada regular, 2 MVP de las finales, 2 MVP del Allstar Gane, 1 Oro Olímpico en Barcelona `92, además de tener el honor de haber sido también: 12 veces Allstar, elegido 9 veces en el mejor quinteto de la NBA, 4 veces líder en asistencias de la liga, 2 veces líder en robos de la liga, tiene el récord de asistencias en la historia de los playoff con 2346, tiene el récord de puntos y asistencias de un rookie en la historia de las finales de la NBA, además de ser también elegido entre los 50 mejores jugadores de la historia en 1996, es miembro de Basquetball Hall of Fame desde 2002, también tiene el honor de una estrella en el Paseo de la fama en Hollywood.
Para la historia quedará también su famosa rivalidad con la estrella de los Celtics el Ala-Pívot Larry Birrd, que venía desde bien lejos, desde la final de la NCCA de 1979, donde ambos se enfrentan en la final y continuó a lo largo de la década de los ochenta en la NBA, ambos han declarado estar pendiente el uno del otro hasta tal punto que Bird confesó que lo primero que hacía por las mañanas era ver las estadísticas de Johnson. A pesar que dicha “rivalidad” que trascendió de las pistas al terreno mediático (algunos los utilizaron como la imagen del glamour de Los Ángeles contra la clase obrera de Boston, o incluso una lucha entre “blancos” y “negros”), nada más lejos de la realidad, a pesar de ser acérrimos enemigos en las canchas, incluso en algún anuncio publicitario de la época, fuera de la pista eran bueno amigos como quedó reflejado en distintos actos como en la retirada de Larry Bird a la que acudió como invitado “Magic” y él mismo lo describió como. “un amigo para toda la vida” o en la ceremonia de inducción de Johnson en el Baketball Hall of Fame donde Larry fue el encargado de presentar a su amigo Earvin Johnson.
Sin lugar a dudas, este hombre, esta rivalidad, y en especial esos días en los que “Magic” decidió “disfrazarse” de Jabbar merecían un pequeño homenaje es esta página.
Video sacado del canal de Youtube de Keptic, muy recomendable seguirlo
Artículo escrito por: Juan Espejo Armero En Twitter: @Juanespejo_21
Agradecimientos muy especiales a dos cracks que nos han ayudado a encontrar y poder ver el video, @ManuSuarez16 y @Blue_LB, sin duda dos cuentas a seguir en twitter si lo que te gusta es el baloncesto
Descubre más desde Pivot World 9
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Maravilloso…pero solo un pero..Magic es el mejor de todos los tiempos sin discusion
Pingback: TIM DUNCAN: “UN GRANDE ENTRE LOS GRANDES” | Pivot World 9