Chicho Sibilio se ha ido, uno de los nuestros se ha ido.

Hay entradas que simplemente no me apetece hacer, que no deseo hacerlas, y la de hoy es una de esas, una de esas entra que no me apetece hacer, y no me apetece porque es hablar con tristeza de alguien que era alegría, porque Chicho Sibilio era alegría, era desparpajo, era talento, era baloncesto, y lo que más me jode, es esa era.

Ayer  día 10 de agosto de 2019 Cándido Antonio Sibilio Hughes, Chicho nos dejaba, y lo hacía con tan solo 60 años, víctima por lo que parece de unas complicaciones de la diabetes que padecía.

De Chicho Sibilio podríamos decir muchas cosas, cosas como que su palmarés era simplemente impresionante ya que tenía:

• 5 ligas ACB
• 8 copas del rey
• 1 copa príncipe de Asturias
• 2 recopas
• 1 korac
• 1 mundial de clubs
• 1 plata en el europeo de Francia del 83

Podríamos hablar mucho de su juego, de su tiro, de su maravilloso, elegante y mortífero tiro,  podríamos hablar de la huella que dejo como blaugrana, tanto en Barcelona como en Vitoria.

Y digo podríamos porque la verdad es que no quiero hablar de eso, ni en realidad de nada, no quiero porque con su marcha Chicho Sibilio nos deja un hueco en el corazón enorme, fue uno de los jugadores que a mí me hizo enamorarme de este deporte, uno de esos que lo veías jugar y decías…la madre que lo pario…que bueno es.

Un jugador que se merecía (en vida) tener su número colgado de las paredes del Palau, lo mismo que muchos otros que aun no sabemos por qué no lo tienen, y la verdad, me jode que Chicho no pueda recibir ese aplauso del Palau, ese aplauso que nos arranco a triples y contras.

Chicho Sibilio el chicho de San Cristóbal nos dejo ayer día 10 de agosto de 2019, el cielo del baloncesto se lleva un tirador letal, un tirador genial, un tirador elegante y mortífero como una pantera negra, espero que ahí arriba lo disfruten, que tengan un  balón ahí esperándolo, porque se lo merece.

Chicho Sibilio, uno de los nuestros nos ha dejado, se ha ido, dejándonos a muchos con una tristeza enorme en el corazón, y solo nos queda ahora honrar su memoria, y decirte Chicho, gracias, mil millones de gracias por habernos hecho disfrutar.