ARVYDAS SABONIS: “EL ZAR LITUANO”

Hablar de Arvydas Romas Sabonis es hablar del que posiblemente sea el mejor pívot nacido en suelo no Americano de todos los tiempos. En su etapa en el baloncesto europeo simplemente digamos que no tuvo rival, si acaso el único fueron las continuas lesiones de rodilla y en el tendón de Aquiles las que de algún modo frenaron su progresión pero que gracias a una fuerza de voluntad inquebrantable (muy propio del carácter soviético) fue superando uno a uno todos y cada uno de los problemas hasta llegar a convertirse en lo que es a día de hoy, el mejor cinco europeo de la historia.

Al que por edad no haya visto jugar a “Sabas”, era un pívot de 2,20 y 132 kg, nacido en Kaunas el 19 de diciembre 1964. Era capaz de hacer a la perfección todas las facetas del juego, era un gran anotador, buen reboteador, sus 2,20 lo hacían ser un jugador muy intimidatorio que cuando no lograba taponar conseguía que el rival tirara forzado lo que ocasionaba un gran número de errores en el rival. Pero quizás lo que lo hacía ser especial era su agilidad, su

coordinación, su gran repertorio en el poste bajo, la velocidad de movimiento para su altura y su peso, la gran visión de juego que tenía en el poste alto (cosa que lo hacía ser un gran asistente), la capacidad de hacer jugar al equipo, la gran mayoría de las veces daba la sensación que cuando le llegaba la bola algo trascendente iba a pasar en la jugada y ya si recibía de espaldas a tres o cuatro metros del aro era sencillamente imparable. Si a todo eso le unimos un gran tiro de cinco metros y un más que aceptable tiro desde el perímetro estamos ante un jugador “diez”, seguramente el pívot perfecto.

Sabonis empieza su brillante carrera en su equipo de toda la vida, el Zalguiris Kaunas en 1981 con el cual consigue tres ligas soviéticas consecutivas, y con el que más tarde llegaría a la final de la Euroleague en 1986. Se daría a conocer en todo el continente en el Mundial de 1982 en el cual a sus 18 años ya formaba parte del potente equipo de la URSS con el que ganaría el oro en dicho evento, derrotando en la final a los EEUU por 94-95, donde jugaba un tal Doc Rivers, también dejarían por el camino a nuestra selección comandada por “Epi”. Al año siguiente conseguiría la medalla de bronce en el Europeo de Nantes y en 1985, a sus 21 años conseguía un “doblete” al alzarse con el oro en el Europeo de y haciendo lo mismo en los juegos universitarios de Kobe (Japón).A su corta edad ya había cosechado cuatro metales (3 de oro) en cuatro competiciones internacionales, pero también a medida que incrementaba su rendimiento e importancia tanto dentro de su equipo como en la selección, aumentaba la saturación de partidos que no le permitirían recuperarse con totalidad de las molestias en la rodilla y el tobillo que a la postre acabarían con problemas crónicos que le iban mermando poco a poco sobre todo su velocidad y su capacidad atlética (tanto salto, como velocidad y movimientos laterales).

En el draft de 1985 los Hawks de Atlanta lo eligen en el puesto 77 pero fue anulada debido a que por aquel entonces los menores de 21 años no podían ser drafteados, al año siguiente serían los Blazers los que en primera ronda en el puesto 24 se harían con sus servicios, pero tampoco podría jugar con los de Oregón por problemas políticos de la época que impedían al zar lituano jugar en suelo americano. En 1986 forma parte del equipo soviético en el Mundial en España en el cual tras volver a dejar a los nuestros por el camino, acabarían perdiendo de 2 puntos (85-87) ante los americanos donde empezaba a

destacar otro pívot que acabaría llegando a leyenda de la NBA, “el Almirante” Robinson, después de haber apeado en todo un partidazo en semis a la Yugoslavia del genio de Sibenik que tuvo que conformarse con la medalla de bronce y a título personal con el MVP del torneo (y pensar que estos dos genios podrían haber coincidido en el Real Madrid). En los juegos de 1988 en Seul, en gran parte por culpa de Sabas, ponen punto final a la “tradición” de los americanos de llevar universitarios a los JJ.OO, a partir de esa edición serían jugadores NBA los que irían en adelante a la cita olímpica. A pesar de ello, el combinado americano contaba con figuras de la talla de David Robinson, Mitch Richmond o Danny Manning, más tarde volverían a verse las caras con la Yugoslavia de Drazen Petrovic, esta vez reforzada con Vlade Divac, Toni Kukoc o Dino Radja, pero que nada podrían hacer ante Sabonis y los suyos que volverían a colgarse el oro, esta vez el olímpico, el único que le faltaba por aquel entonces a Sabonis, que a sus 24 primaveras tenía en su palmarés su trébol particular: Oro olímpico, Oro en un Europeo y Oro en un Mundial. Logra ser parte clave de los éxitos y todo esto después de haber sufrido su primera lesión grave, como lo sería la rotura del tendón de Aquiles en 1986.

Arvydas Sabonis, el Zar Lituano

En 1989 las circunstancias ya le permiten salir al extranjero a jugar, pero su estado físico debido a saturación de partidos (por todo lo que conllevaba defender los colores de la selección soviética en aquella época, que más que cuestión de deporte, era cuestión de estado que casi obligaban a Sabonis a reaparecer prematuramente) que no le

permitieron recuperarse totalmente y que le producen problemas crónicos tanto en la rodilla como en el tobillo, hace que se dude de su rendimiento y ninguno de los grandes clubes europeos apueste por él, recalando en las filas del Fórum Valladolid que gracias a la revisiones diarias de doctor Javier Alonso Diez, consiguen recuperarle a un buen nivel competitivo y demostrando poco a poco durante las tres temporadas que podía ser el pívot más dominante del continente a pesar de sus problemas. En 1992 sus buenas actuaciones en Valladolid hacen que el Real Madrid se fije en Sabas para volver a conquistar la Copa de Europa. En sus dos primeras temporadas consigue ganar la ACB en dos ocasiones y la Copa del Rey en una, pero en su asalto a la competición continental se queda en las semis de la final four y cuartos de final respectivamente. En la 1994-95 el Madrid se hace con los servicios de Zelkjo Obradovic, que venía de ser el entrenador que había ganado las dos últimas ediciones. Con Obradovic se hacía una apuesta fuerte para conquistar Europa, la pareja interior formada por Joe Arlauckas y Sabas se convertiría ese año prácticamente en imparables que bajo la batuta del mítico Antúnez bordan un juego simplemente espectacular hasta llegar a la final four, que ese año se celebraba en España, para ser concretos en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza,

que añade un plus de motivación al equipo para ganar el título en suelo español. El partido de semis tiene sabor a revancha, ya que el rival es el Limoges francés era el conjunto que dos años atrás había apartado a los blancos de la final. Sabonis rinde a un nivel espectacular, eso unido a una fuerte defensa en la que destacaba el Ismael Santos le valen para hacerse un hueco en la final, en la cual se verían las caras con el equipo del Pireo que contaba con una potente pareja de interiores como eran Volkov y Fassoulas y con la estrella americana Eddie Johnson. Se prometía un enfrentamiento apasionante bajo los aros, pero nada más lejos de la realidad, Sabonis hace un partido inmenso, imperial, magistral y todos los calificativos que le queramos poner,( digno de pivoteca), en el que no solamente anota, también rebotea, intimida, tapona y en el que da un recital de asistencias desde el poste, simplemente está soberbio, imparable, dejando un recital de cómo tiene que

jugar un pívot, eso secundado por un gran Joe Arlauckas con 16 puntos y los 12 de Antúnez hacen que el partido caiga del lado merengue, que apabulla a su rival al que no deja tener posibilidades reales de llevarse el partido, sus estrellas desquiciadas como terminaría Eddie Johnson con la asfixiante defensa de Ismael Santos, con un Fassoulas desaparecido y en que solo Volkov a cuentagotas consigue con 13 puntos hacer una actuación decente. Sabonis termina con 23 puntos y tras su exhibición y como no podía ser de otra manera es proclamado MVP de la final four cerrando así un ciclo en el baloncesto FIBA, el cual domina por completo y que la Copa de Europa que añade a su palmarés completa unas vitrinas que ya contaban con el oro olímpico, el oro del Mundial de baloncesto y el oro en un Europeo. Esa campaña termina con un global de 22,8 rebotes, 13,2 rebotes, 2,6 tapones y 2,4 asistencias. Se va de Madrid con la sensación de haber cumplido un ciclo en el baloncesto europeo y a sus ya 31 años, los cantos de sirena de la NBA tras el inmenso nivel mostrado en el Madrid hacen que solo tres temporadas después de su llegada a la casa blanca y a pesar del idilio entre el lituano y la afición blanca se marche a los Portland Trailblazers, para medirse así a los mejores jugadores del planeta en la mejor liga del mundo. En Madrid dejaría a una afición que lo apoyará incondicionalmente y un amigo para toda la vida, Joe Arlauckas.

Los dirigentes de los Blazers lo esperaban con los brazos abiertos, pero los informes de los médicos no eran positivos y en unas simples radiografías se veía que sus condiciones físicas no eran las mejores. Una vez más hace gala de su carácter competitivo y de su fuerza de voluntad (ese que hizo que el madridismo se enamorara de él desde el primer día)

y a pesar de las continuas molestias crónicas que visiblemente habían mermado su juego, defiende la camiseta de los Blazers durante siete temporadas. Especial mención merece su primera, en la que promedia unos buenos números unos 14,5 puntos y 8,1 rebotes, juega 73 de los 82 partidos de la fase regular y es elegido Rookie del mes de marzo, también jugador de la semana de su conferencia, sus buenas actuaciones hacen que al final de la temporada quede en 2º posición en la votación de Rookie de la temporada y 2º en el mejor 6º hombre de la liga, también es elegido en el mejor quinteto de novatos del año. Desde la llegada de Sabas hace que su equipo juegue todos los años los play-off de manera consecutiva (algo que no conseguía la franquicia desde hacía 21 años). En su debut en los play-off da la mejor versión e incrementa notablemente sus prestaciones dejándolas en 23,8 puntos y 10,2 rebotes pero los Jazz de la pareja Stockton y Malone son demasiado para la franquicia de Oregón que cede la serie en cinco partidos. La 1997-98 es la mejor en cuanto números individuales, juega 73 partidos (todos de titular) ya era la referencia del juego de Portland y eso se ve reflejado en sus 16 puntos y 10 rebotes pero a nivel colectivo la primera ronda de los play-off seguían siendo la barrera. Para ello los Blazers revolucionan el equipo a finales de los 90, fichando al base Damon Stoudemire, a un buen alero tirador como Steve Smith y como crack al ex de los Bulls Scottie Pippen. Consiguen llegar a dos finales de conferencia consecutivas, primero caen contra los Spurs que simplemente arrasan en la serie, volvían a verse las caras el Almirante y Sabas pero las “Torres gemelas” de los Spurs serían demasiado para los Blazers. Al año siguiente repiten final, esta vez contra los Lakers de Shaq y Kobe, mantiene un vibrante duelo con el pívot angelino en el que fuerza y potencia se enfrentaba a calidad y fundamentos en el poste, por momentos O´Neal llegó a sufrir para frenar al lituano, pero finalmente en el séptimo y último partido de la serie la contienda cae del lado de los californianos, en el que mucho tendría que ver un joven Kobe Bryant mostrando su calidad en momentos claves.

Sabonis 27 puntos 12 rebotes contra los Jazz (playoff 1996)

En la 2001-02 vuelve a casa a Kaunas para ayudar a su equipo de toda la vida en el tramo final de la temporada pero no llega a jugar ningún partido. Vuelve para ser suplente de lujo una temporada más a los Portland, en la 2002-03, se convierte en suplente de lujo con apenas 15 minutos por partido. Al año siguiente de nuevo vuelve a Zalguiris, esta vez si juega y se convierte en MVP del TOP 16 de la Euroliga y MVP de la competición, terminando en el quinteto ideal de la misma. En 2005 y a la edad de 41 años pone punto y final a su carrera llena de éxitos y medallas, dando un buen nivel en la mejor liga del mundo en la que a pesar de haber llegado a ella tarde y con muchos problemas físicos termina completando 470 partidos de fase regular y 51 de play-off. A todos nos quedará la duda que pudo ser de Sabonis si las circunstancias le hubiesen permitido desarrollar sus mejores años en la NBA y de no haber sido por las continuas lesiones que mermaron gran parte de las condiciones atléticas del zar. Muchos expertos americanos afirman que de haber sido así, los Blazers con Sabonis como pieza fundamental habrían formado una dinastía ganadora en la que seguramente, con los cracks que habían pasado por la franquicia durante la década de los 90 como Clyde Drexler, hubiesen llegado a ganar 5 o 6 anillos de la NBA, nunca lo sabremos, tal vez esas circunstancias hicieron posible que durante 6 temporadas el mejor pívot europeo de todos los tiempos jugase en la liga ACB (todo un lujo para Valladolid y Madrid). A su palmarés hay que sumarle las medallas que consiguió con la selección lituana, la que tras la caída de la URSS se convierte en un pequeño país en el cual el nivel baloncestístico se ve reducido prácticamente a Sabas pero que siempre son y serán una selección bastante competitiva. Con la selección lituana se cuelga tres metales más: 2 bronces olímpicos (Barcelona ´92 y Atlanta ´96) y una plata en el Europeo de Grecia en 2005.

A nivel individual Sabas obtiene una infinidad de galardones y conmemoraciones, en las que destacan las siguientes: 6 veces jugador del año Euroscar (1984, 1985, 1988, 1995, 1997 y 1999), 2 veces Mr. Europa (1985 y 1997),4 veces deportista lituano del año (1985, 1986, 1987 y 1996), MVP Eurobasket (1985), MVP de la Final Four de la Copa de Europa(1995), 2 MVP liga ACB (1993,1994) 2 MVP de la final de la ACB (1993,1994) a todo esto le sumamos los ya nombrados anteriormente como Rookie del mes etc… pero para completar un palmarés personal envidiable cabe recalcar que también es miembro del Basketball Hall of Fame desde 2010 y es elegido como uno de los 50 mayores colaboradores de la Euroleague. Y ya para terminar cabe recordar que los genes “Sabonis” han llegado esta temporada a la ACB, uno de sus hijos, Domantas forma parte ya de la primera plantilla del conjunto malagueño Unicaja de Málaga y a nada que tenga una carrera la mitad de exitosa que su padre, se podrá dar por satisfecho y es que superar los que hizo el mítico Sabonis no está al alcance de cualquiera, Zar solo hay uno y ese es Arvydas Romas Sabonis.

Disfrutemos de Sabonis

Artículo escrito por: Juan Espejo en twitter: @juanespejo_21