ANDRE DRUMMOND: “UNA BESTIA ANDA SUELTA POR DETROIT”
Llegados ya casi a la veintena de partidos de la presente temporada de la NBA, si hay un jugador que en algún momento ha podido discutirle el protagonismo a ese extraterrestre que juega en los Warriors llamado Curry, ese no es otro que nuestro protagonista de hoy. Drummond ha empezado la temporada siendo un auténtico coloso en la zona, convirtiéndose a día de hoy en uno de los pívots más dominantes del momento (incluso me atrevería a decir que a decir que está siendo el mejor interior de lo que llevamos de temporada), está registrando cifras que no se veían desde que jugara un tal Kareem Abdul-Jabbar (y eso ya son palabras mayores). Se está ganando por derecho propio a liderar a unos Pistons con ganas de volver a agradar a su gente después de una pasada temporada bastante discreta.
Para los que no conozcan todavía al bueno de Andre, es una de las grandes promesas de la NBA, un pívot de los de toda la vida, de los que cada vez escasean más. 2,11 de altura y 125 kg de peso, le convierten en una auténtica bestia con unas condiciones físicas y atléticas fuera de lo común para jugadores de su altura y peso. En sus inicios se le encasilló como un jugador de perfil defensivo y los especialistas lo comparaban con jugadores del estilo de Amar´e Stoudemire o DeAndre Jordan. Pero la realidad es que aunque aún tiene muchas facetas en las que mejorar, como por ejemplo movimientos en la pintura, visión de juego desde el poste alto y sobre todo el porcentaje desde el tiro libre, ha demostrado que puede ser un jugador de 20 puntos o más por partido con cierta facilidad. Durante algunas semanas de la presente temporada sus números por encuentro llegaron a ser de 20,3 puntos y 20,3 rebotes, que le sirvieron para hacerse con el galardón de mejor jugador de la semana en la conferencia Este. Muestra inequívoca de que el center de los Pistons ha dado un paso al frente en la faceta anotadora, fue el encuentro ante los Trailblazers, donde Drummond firmó una actuación colosal con 29 puntos y 27 rebotes liderando la victoria de los de Detroit.
A continuación y con la excusa de su irrupción estelar esta temporada vamos a repasar brevemente la todavía corta carrera de este joven natural de Mount Vernon (Nueva York) que arranca su cuarta temporada en la NBA y que seguramente a lo largo de ella nos siga dando motivos para hablar de él.
Neoyorkino de padres jamaicanos, el bueno de Drummond empezó a darse a conocer en su etapa en el instituto, en la cual jugó para los Capital Prep Trailblazers. En su primera temporada, siendo novato ya dejaría buenas sensaciones, acompañadas por unos números bastantes buenos para su edad, 12,7 puntos, 11,9 rebotes y 6,5 tapones por encuentro. Ya desde muy jovencito daba muestras de su enorme capacidad para el rebote y su intimidación defensiva. Mejor aún le irían las cosas en su segundo año, incrementando su aportación en todas las facetas como lo demuestran sus 20,2 puntos, 16,6 rebotes y 7,2 tapones. Guarismos que le valdrían para empezar a despertar el interés de otros institutos más potentes y varias universidades de cara al futuro. Decide jugar los dos años restantes de instituto para los Thomas More Chancellors, donde continúa con su progresión hasta tal punto de llegar a ser considerado por la ESPN como el mejor jugador de su generación. Es pieza clave en el campeonato nacional que ganaría el equipo de su instituto siendo el MVP de la final con 19 puntos en dicho encuentro.
Fueron varias universidades las interesadas en aceptar a Andre entre sus pupilos, pero finalmente tras varias semanas de duda, se decide por la Universidad de Connecticut para jugar en los UConn Huskies a las órdenes del mítico entrenador Jim Calhoun. Solamente jugaría una temporada en el baloncesto universitario en la cual promedia 10 puntos, 7,6 rebotes y 2,7 tapones en la “regular season”, lidera al equipo en los apartados de rebotes, tapones y tiros de campo con un 53,8% de efectividad. Los Huskies quedan finalmente novenos en su conferencia y se clasifican para la NCAA, de la cual fueron eliminados en primera ronda. Tras finalizar el curso, las previsiones le daban como favorito a estar entre las diez primeras elecciones en el draft, y es entonces cuando decide dar el salto y probar fortuna en la NBA.
Serían los Detroit Pistons los que confiaran en Andre Drummond como su proyecto de futuro. Finalmente se cumplirían los pronósticos y estaría entre los diez primeros, concretamente en le la 9ª posición. Desde el principio se acopló bien al equipo y se adaptó rápido al nivel de la liga, convirtiéndose en un jugador que aprovechaba al máximo sus minutos y sumando siempre que estaba en cancha, terminaría su año de “rookie” promediando: 7,9 puntos, 7,6 rebotes, 1,6 tapones y 1 robo en apenas 20 minutos de media por encuentro. Su buen rendimiento no pasa desapercibido en la liga y lograría colarse en el 2º mejor quinteto de los rookies, finalmente, también terminaría 4º en la votación al mejor novato del año.
El buen trabajo realizado en un año de rookie se vería recompensado a la temporada siguiente en forma de minutos en pista. Su presencia se incrementaría notablemente pasando de estar en cancha apenas 20 minutos a 32,3 en su segundo año. Y no solo eso, ya era por derecho propio el center titular de la franquicia, esa temporada jugaría 81 partidos y todos ellos de titular por tan solo 10 que había partido desde el inicio la temporada anterior. Lógicamente todo eso se vería reflejado en sus estadísticas personales, mejorando sensiblemente en todos y cada uno de los apartados, es así como terminaría su año de “sophomore” con los siguientes guarismos: 13,5 puntos, 13,2 rebotes, 1,6 tapones y 1,2 robos por encuentro, cabe destacar que esa temporada firmaría sus mejores porcentaje hasta el momento desde la línea de personal (41,8% porcentaje bastante pobre, por cierto) y en tiros de campo (en esta faceta si firmaría un porcentaje bastante bueno, nada más y nada menos que un 62,3%). Profundizando un poco más en su segundo año, podemos ver como el center neoyorkino empezaría a dejar sus primeras actuaciones estelares en la liga como por ejemplo:
·21puntos y 20 rebotes vs New Orleans Pelicans.
·También cabe destacar su exhibición en el Rising Star Challenge donde se llevó el MVP del evento gracias a sus 30 puntos y 25 rebotes.
·Terminaría el curso batiendo su récord personal de rebotes en su momento, en la victoria sobre los Knicks firmaría 17 puntos y 26 capturas.
A nivel personal la tercera temporada de Drummond demuestra que es un jugador afianzado en la liga, mantiene sus minutos en cancha, mejora levemente sus registros personales, ese año termina promediando 13,9 puntos, 13,6 rebotes y 1,9 tapones por noche. Pero a nivel colectivo el equipo seguía estando en una larga travesía por el desierto, lejos de esos Pistons que se alzaron con el título en 2.004 y que fueron un equipo bastante competitivo durante gran parte de la primera década del nuevo siglo.
Pero esta temporada algo parece haber cambiado, la franquicia de Detroit parece haber conjuntado un equipo bastante competitivo, con una buena mezcla de juventud, talento y jugadores veteranos que aportan experiencia en momentos determinados. Así es como los Caldwell-Pope, Brandon Jennings, Reggie Jackson o Ersan Ilyasova, están llamados a ser los encargados de devolverle a la afición de los Pistons un equipo del cual sentirse orgullosos, parte importante de esta difícil empresa será Andre Drummond, que este año parece haber desatado la bestia que llevaba dentro, empezando la temporada a un nivel estratosférico, firmando exhibición tras exhibición, dejando varias marcas dignas de ser nombradas.
·Es el primer jugador en arrancar una temporada con 3 dobles-dobles consecutivos con los Pistons desde
Ben Wallace.
·Es el primer jugador en conseguir el premio a jugador de la semana con los Pistons desde 2.009 (Rodney Stuckey).
·Es junto a Abdul-Jabbar y Wilt Chamberlain los únicos en conseguir tres partidos con 20-20 en los primeros 6 partidos de una temporada.
·Es el primer jugador de los Pistons en conseguir el galardón de mejor jugador de la semana dos veces consecutivas y el primero en conseguirlo en las dos primeras de competición desde LeBron James en la 2.011-2.012.
·Sus 122 rebotes en los 6 primeros partidos superan el récord de Dennis Rodman de la temporada 1.993-1.994 que capturó 120.
·Es el primer jugador de los Pistons en arrancar los 6 primeros partidos con 6 dobles-dobles desde Bill Laimber (temporada 1.986-1.987.)
·Es el primer jugador que tras 8 partidos firma 150 puntos y 150 rebotes desde que lo hiciese Kareem Abdul-jabbar en la temporada 1.975-1.976 (254 puntos 152 rebotes).
Todos estos datos dejan a las claras que este año es el de la irrupción de un crack, que aunque como comentaba anteriormente tiene mucho margen de mejora en varios aspectos, si consigue mantener el nivel demostrado en este primer mes de competición podemos decir que estamos ante uno de los jugadores revelación que darán mucho que hablar a lo largo de este curso baloncestístico. De momento mantiene a su equipo cerca de los playoffs, con 10-9 en su casillero, pugnado con equipos como los Celtcs, Magics o los Knicks por encaramarse a las plazas que dan derecho a disputar las rondas finales por el título.
Lo que parece claro, es que las opciones de los Pistons de volver a estar entre los mejores, pasan por Andre Drummond, que a pesar de su juventud se ha convertido en el jugador franquicia de los de Detroit. Y personalmente creo que están en buenas manos, y más viendo como ha empezado esta temporada el angelito, convirtiéndose en una verdadera bestia del basket.
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Artículo escrito por: Juan Espejo Armero En Twitter: @Juanespejo_21
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